Por Anton
Victor García León es un joven cineasta que no se prodiga mucho, este es su tercer largo, creo, aunque también trabaja en televisión. Selfie es su último trabajo y para mi a supuesto una gratísima sorpresa, aunque no sea, una obra perfecta.
Es un retrato vitriólico de la España actual, bueno de parte de esa España, que no deja títere con cabeza. Bosco es hijo de ministro del PP, que es encarcelado por corrupción. Sin chalet en la Moraleja, ninguneado por los de su ambiente, pero con una cara más dura que el acero, Bosco tratará de sobrevivir.
García León hace una película, mitad ficción y mitad falso documental, que mira de manera nada complaciente, a la situación a la que está llegando este país, con unos personajes, tanto de la derecha, pero también de Podemos, que no tienen desperdicio, por lo falsos e hipócritas que resultan. No es una película redonda, la utilización de la cámara que grava resulta bastante redundante, y resta valor al conjunto. A destacar a Santiago Alverú, que sin él, no habría película. Merece la pena.
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