Crítica de la película EL ÁRBOL MAGNÉTICO

Dir: Isabel Ayguavives
Int: Andrés Gertrudix, Manuela Martelli
España-Chile 2013 / 85 min.


El Árbol Magnético atrae, pero no imanta. El reencuentro entre dos primos en una casa familiar que va se va a poner en venta, sirve para hacer un planteamiento interesante.  El lugar es magnético, por las propiedades del terreno. Los familiares van llegando a la casa y se vislumbran algunos conflictos del pasado. Pero ninguno se desarrolla, tan sólo se atisban y quedan flotando en la nada.
La realizadora ha conseguido un cuidado tono costumbrista a lo largo de todo el film. Ni una salida de tono, ni un conflicto explícito.
El problema de tanta sutileza es que su árbol va perdiendo magnetismo a medida que pasan los minutos y no ocurre nada. Es un bonito (y larguísimo) primer acto, pero no hay desarrollo ni desenlace.
Los actores chilenos derrochan naturalidad, como de costumbre. Especialmente, Manuela Martelli, que interpreta al único personaje enigmático del film y que le roba todos los planos al supuesto protagonista, su primo, interpretado por el único actor español, Andrés Gertrudix.
Durante el coloquio, un espectador preguntó a la realizadora porqué no había desarrollado la relación entre los dos jóvenes. Ella contestó que eso sería otra película, una película de amor, tal vez, pero no la suya. No sé cuál habría sido el resultado, pero estoy de acuerdo con ella. Habría sido otra película.
J