Por Anton
Eficaz noir francés que hace continuos homenajes al cine de Melville. Ese personaje, Duval, un magnífico François Cluzet, taciturno y solitario que, sin comerlo ni beberlo, se ve abocado a una situación que le sobrepasa y ante la que tiene, obligatoriamente que reaccionar. Así como todo lo que rodea al personaje, ambientes solitarios, ausentes de todo calor humano, donde todo resulta oscuro y altamente sospechoso. Por no hablar de todo lo que rodea a la legalidad, policía, altos estamentos del poder, etc. etc. que funcionan como auténticos grupos mafiosos.
Una película, que sin ser un gran film, es la primera película larga de Kruithof, muestra el oficio y el saber hacer de su director, maestro en la creación de escenas asfixiantes. Merece la pena.
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