Por Anton
Película de sobresaltos bastante conseguida, toda la acción trascurre en una casa aislada y de noche, en la desoladora Detroit. Sam Raimi, el conocido director y renovador del cine de terror, aqui productor, confió en un novato uruguayo, Fede Álvarez, pare que llevase a buen puerto, la realización del film. La verdad es que Álvarez lo ha conseguido, pues la película no da respiro en la hora y media de su metraje. Unos ladrones de poca monta se meten en la cueva del lobo, casi sin darse cuenta, y se encuentran con la horma de su zapato. La película, tras un planteamiento bastante original, termina siendo bastante previsible, pero aun y todo te mantiene pegado al asiento. Además el final deja abierta la posibilidad de una continuación. Para aficionados al terror, y también para los amigos de las sensaciones fuertes.
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