Crítica del film CASA DE TOLERANCIA

Dir: Bertrand Bonello
Int: Hafsia Herzi, Adêle Haenel, Jasmine Trinca, Noémie Lvovsky, Céline Sallette
Francia, 2011, 125 min

Algunos críticos han tachado esta película de vacía y sin discurso. En mi opinión, ésta es precisamente su mayor virtud.
Bonello contempla la vida cotidiana de una decena de chicas, "recluidas" voluntariamente en una Casa de Tolerancia (burdel de finales del siglo XIX). Y lo hace apenas sin énfasis estéticos ni pretensiones morales, con una cámara delicada y milimétrica, que nos permite ver, escuchar y sentir lo que ocurre en las alcobas, antes, durante y después de "comerciar". Muy pronto, estás dentro de la casa, puedes tocar los encajes de terciopelo y respirar la atmósfera oscura y magnética, su aroma a cerrado, a perfume y a opio, a antiséptico y a sexo.
Y así, Bonello nos cuenta las escenas de la vida en L'Apollonide, los preparativos previos a la llegada de la noche, la inolvidable confraternización de las chicas, compartiendo mesa y cama por el día, deambulando en días espesos y aparentemente vacíos, con un único objetivo, los clientes; y un anhelo compartido, que uno de ellos las rescate y pague su deuda.
Aparte de unos innecesarios intentos de estilizar el relato con música actual, el resto de la cinta es impecable; una mirada distinta sobre una historia universal. Mujeres que sueñan, mientras se marchitan bajo la máscara de la belleza y la sumisión sin límites. INPERDIBLE.
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