Inter.: Hugh Dancy, Maggie Gyllenhaal, Jonathan Pryce, Rupert
Everett.
Inglaterra-Francia-Alemania-Luxemburgo 100 min.
Producción europea dirigida con fuste por la, para mi, desconocida
Tanya Wexler. Película que no marcará ningún hito en la historia
del cine pero que tiene descaro y derrocha simpatía, lo que no está
nada mal.
Mortimer Granville es un joven médico con ideas nuevas que no son
nada bien recibidas por la conservadora élite médica victoriana.
Estamos en el Londres de finales del diecinueve. Después de ser
despedido de otro hospital y tras innumerables entrevistas es
recibido por el Dr. Dalrymple un medico de clase alta que trata a
mujeres ricas afectadas por la nueva enfermedad llamada Hysteria....
No hay nada que reprochar a Wexler por el film, diría que todo está
perfectamente en su lugar. Un guion irreprochable, unos actores
excelentes y una dirección que sabe lo que se trae entre manos.
Tampoco tiene, por lo menos yo no le he visto, ninguna chispa de
genialidad. Pero como ya he dicho es un film que se hace muy
simpático y se ve con una sonrisa permanente, a pesar de que el
tema, como se llegó a inventar el consolador, se prestaba al morbo y
al humor chabacano. El film está en las antípodas, resulta
gracioso, simpático y además elegante. Muy entretenida.
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