Dir.: Mateo Gil | Inter.: Eduardo Noriega, Sam Shepard, Stephen Rea, Magaly Solier. | España-Francia-Bolivia-Reino Unido 2011 | 102 min.
Mateo Gil ha conseguido hacer un western de los auténticos, todo huele a verdad en la historia. Esa profunda amistad masculina nos introduce en el mundo de Hawks y Ford. Esos increíbles lugares bolivianos nos retrotraen a los grandes espacios abiertos de EEUU.
Sundance Kid desapareció en 1908, todo el mundo le daba por muerto, pero en 1927 vive en Bolivia criando caballos y haciéndose llamar James Blackhorn. Tras vender toda su yeguada vuelve con la intención de regresar a los EEUU. Por el camino se encuentra con Eduardo, un ingeniero de minas español....
Es una historia de una amistad pero también de una traición. Un film que aparte de ser un fantástico western es una historia intimista y crepuscular, una historia de gente que ya está de vuelta de todo. No es una del oeste al uso, no hay duelo final ni música rimbombante pero tiene algo poético en sus paisajes y en el desarrollo de los caracteres de sus personajes. Mateo Gil, autor del excelentes guiones, tiene ésta vez un guion también estupendo de Miguel Barros. Los actores están todos muy bien y la fotografía de Ruiz de Anchía es también excelente. INPERDIBLE.
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