Dir.: Stéphane Brizé | Inter.: Vincent Lindon, Sandrine Kinberlain, Aure Atika. | Francia 2009 | 101 min.
Película avalada por gran éxito al otro lado de los Pirineos donde ganó algún Cesar. Personalmente es un film que no me ha emocionado, precisamente. Le sobra como la mitad de la película. Bajo la patina de “artística”, opino que no esconde más que el absoluto vacío.
Jean, un albañil que lleva una apacible vida en compañía de su mujer e hijo, acude a la casa de la nueva profesora del niño para arreglar una ventana que no cierra bien....
Es un film con una bella fotografía, eficaces actores y poco más. Un ritmo lentísimo que no conduce a ningún lado, salvo al aburrimiento. Unas pretensiones de estar contando una profunda historia de amor que se queda en nada. En fin, justo lo contrario de “El último verano” de Rivette que con conversaciones banales sugerían que debajo había vida. Aquí justo lo contrario.
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