
(1948)
Dir. Raoul Walsh
Int.. Errol Flynn, Ann Sheridan
Dentro del ciclo de Nosferatu dedicado a Raoul Walsh, se ha proyectado uno de los films más interesantes del cineasta norteamericano, a mi parecer. El actor Errol Flynn encarna al personaje de Mike McComb, un teniente del ejército yankee degradado por quemar un millón de dólares durante la batalla de Gettysburg, en un intento de evitar que el dinero caiga en manos de los confederados.
Desde ese interesante punto de partida, vemos la escalada magistral de un hombre que construye un imperio en la ciudad de Silver City, apoyándose en el juego y las finanzas. Lo mejor: la interpretación de un Errol Flynn, seductor, animal y carismático, que arrasa en cada segundo que está en pantalla. Ann Sheridan, como su objeto de deseo y su talón de Aquiles, y el gran Thomas Mitchel, en el papel de su conciencia, bailan al compás de un Flynn completamente avasallador. Si algún día tienes la ocasión de verla, no lo dudes ni un instante.
J.
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