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por Juan
El enfoque del director, el filósofo trans Paul B. Preciado, es bello e inspirador. Ha tomado el título de la novela de 1928 de Virginia Woolf, Orlando: una biografía, añadiendo el apellido "política" a esa "biografía".
Una declaración de principios, que coloca la lucha personal por los derechos trans en el sitio que le corresponde. Aunque este film no tiene un tono activista, sino artístico.
Preciado ha traído a Orlando a nuestro tiempo, al contexto trans queer, personificando en una decena de personas trans y en él mismo, trozos de esa identidad, fragmentos de su historia. A través de lecturas, declaraciones, gestos y vestuario, lxs protagonsistas de este documental van diciendo a cámara "Yo soy tal y hago el papel de Orlando en esta película".
De esta manera, Preciado construye un poético juego de espejos, que refleja las múltiples identidades de Orlando. Elles ven en Orlando un referente por su identidad de género mutable, por ser alguien que no encaja en la estructura binaria, por ser alguien que cambia de género, sin necesidad de justificarse.
En 1992 Sally Potter ya llevó al cine la historia de Virginia Woolf, y Tilda Swinton encarnó a un Orlando fascinantemente andrógino, en uno de sus primeros papeles extraordinarios, que le daría esa fama de actriz que se sale totalmente de los cánones.
Una película generacional y un documental necesario, que plasma este preciso momento de avance y de lucha que viven las personas trans en Europa. INPERDIBLE.
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