Crítica de la película EL REGRESO DE LAS GOLONDRINAS retrato duro de una China que también coexiste con los rascacielos de Shanghai...****

Por Anton

Pasó por la Berlinale y se llevó la Espiga de Oro en Valladolid. Ha desaparecido de las pantallas y plataformas chinas. Ha sido prohibida en todo el país. Y no me extraña, pues nos presenta un país miserable, tanto físico como humanamente hablando, sería el equivalente a lo que aquí llamamos el territorio vacío, o vaciado. Un territorio frío, seco y duro, con unas tradiciones y unos vecinos tan despiadados como el terreno. Nos cuenta la historia de una pareja de seres desvalidos, que poco a poco van creando algo entre ellos, una camaradería o calor humano que resulta reparador.

Li Ruijun es un joven director de cine, creo que El Regreso de las Golondrinas es su primer largo que se ve fuera de China, que se manifiesta como un sólido cineasta. Aparte de ser alguien que no disimula, quiero decir que su cine es directo, sin florituras. Pone en solfa, no solo a las crueles tradiciones ancestrales, sino a los planes gubernamentales de modernizar a golpe de brutales leyes. Habrá gente a la que El Regreso de las Golondrinas le parecerá lenta y es un cine alejado de todo artificio que, va a lo que va y me ha impresionado. Merece la pena. INPERDIBLE.