Por Anton
Puede ser que El Hombre del Norte, sea la saga en que Shakespeare se basó para su Hamlet. Es lo que se dice. La visión que nos ofrece Eggers es de una violencia extrema, con las fuerzas telúricas desatadas y arrojando una mirada, llamemosle poco delicada, a la Alta Edad Media en tierras escandinavas. Ya en su primera película La Bruja, apuntaba maneras. Sus films están llenos de barro y suciedad, y sus héroes son lo más alejado de lo que nos cuentan los libros de caballerias.
No es una película que vaya a contentar a todos, aunque tenga buenos actores y unas escenas que se quedan grabadas, la escena entre madre e hijo del final de la historia es difícil de que se te borre, con una Nikole Kidman verdaderamente desatada. A pesar de todo esto, la historia creo que no consigue lo que pretende, por lo menos a mi, y a pesar de todo el despliegue de barrizales, miembros amputados y furor implícito, no consigue una obra maestra, aunque si notable. Que no es poco.
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