Por Anton
Vida Oculta es Malick en estado puro. Con todo lo que eso conlleva. Técnicamente hipnótica, con una cámara majestuosa que hechiza, unos paisajes sobrecogedores y una bellísima música de fondo. Pero el cine de Malick, a pesar de todo eso, puede llegar a aburrir. Y personalmente tengo que decir que Malick ha conseguido que mirara al reloj un par de docena de veces.
Basada en hechos reales, nos cuenta la historia del austríaco Franz, que por no jurar fidelidad al führer, es sometido a todo tipo de canalladas...
La primera hora y media se ve con placer, por lo menos yo, pero a partir de ahí la cosa se hace insoportable. Dura tres horas, pues opino que le sobran como setenta y cinco minutos. Ahí lo dejo.
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