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Dentro del Festival de Cine y Derechos Humanos he podido ver este interesante documental acerca de los oscuras y muy poderosas corporaciones que, amparados por la mayoría de gobiernos occidentales, manejan el poder real sin importarles un ápice las consecuencias de sus turbios manejos. Jean-Paul Jaud nos cuenta cómo el profesor Gilles-Éric Séralini llevo a cabo, en secreto, un estudio completo sobre los OGM (organismos genéticamente modificados) usando ratas de laboratorio. El resultado no pudo ser más demoledor. Todos, absolutamente todos, los animales desrrollaron tumores cancerigenos. Como he dicho el estudio duró dos años. Las grandes empresas solo permiten estudios de tres meses, sabiendo que el resultado será plenamente satisfactorio, para sus intereses. Más o menos cuando finalizaba el estudio tuvo lugar la explosión de la planta de Fukushima. El film plantea que, tanto los alimentos transgénicos como la contaminación ambiental, son algo que, tanto gobiernos como corporaciones, tratan como daños colaterales. En el enloquecido y único cometido de hacer dinero. La verdad es que lo que plantea el film da auténtico terror. Quizás el film se hace pelín largo, pero eso no quita que sea una película, que debería mostrarse en todos los centros escolares.
Dentro del Festival de Cine y Derechos Humanos he podido ver este interesante documental acerca de los oscuras y muy poderosas corporaciones que, amparados por la mayoría de gobiernos occidentales, manejan el poder real sin importarles un ápice las consecuencias de sus turbios manejos. Jean-Paul Jaud nos cuenta cómo el profesor Gilles-Éric Séralini llevo a cabo, en secreto, un estudio completo sobre los OGM (organismos genéticamente modificados) usando ratas de laboratorio. El resultado no pudo ser más demoledor. Todos, absolutamente todos, los animales desrrollaron tumores cancerigenos. Como he dicho el estudio duró dos años. Las grandes empresas solo permiten estudios de tres meses, sabiendo que el resultado será plenamente satisfactorio, para sus intereses. Más o menos cuando finalizaba el estudio tuvo lugar la explosión de la planta de Fukushima. El film plantea que, tanto los alimentos transgénicos como la contaminación ambiental, son algo que, tanto gobiernos como corporaciones, tratan como daños colaterales. En el enloquecido y único cometido de hacer dinero. La verdad es que lo que plantea el film da auténtico terror. Quizás el film se hace pelín largo, pero eso no quita que sea una película, que debería mostrarse en todos los centros escolares.
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