Inter.: Michael Fuith, David Rauchenberger, Christine Kain.
Película para mi excepcional por lo que cuenta y sobre todo por como
lo cuenta. Probablemente nunca la veamos estrenada en nuestras
pantallas pero ha sido exhibida dentro del del Festival de Cine y
Derechos Humanos de Donostia.
Cuenta de forma fría y distante, verdadera prueba de fuego para su
autor, la vida cotidiana de un pederasta que tiene secuestrado a un
niño de diez años. Schleinzer establece una distancia con lo que cuenta, por cierto basada en un hecho real, que hace que el film sea lo
más alejado de todo morbo o sensacionalismo barato.
Con una forma de narrar que se acerca mucho al cine de Haneke, tuvo a la audiencia en vilo. Cuenta con una interpretación
excelente, sobre todo por parte Michael Fuith que hace una autentica
creación del pederasta. El film está lleno de pequeños detalles de
la vida cotidiana y eso hace que todo en él suene a verdad. Como si
una cámara se hubiese colado en el hogar de un perturbado.
Espeluznante pero INPERDIBLE.
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