Crítica de la película TENEMOS QUE HABLAR DE KEVIN

Dir: Linne Ramsay
Int: Tilda Swinton, Ezra Miller, John C. Reilly, Jasper Newell, Siobhan Fallon, Anna Kuchma, Ashley Gerasimovich
UK / 2011 / 110 min

La directora británica lleva a la gran pantalla la novela de Lionel Shriver, con una propuesta perturbadora, cuando menos.
A la cinta le han llovido los halagos y también algunos escupitajos.
Realmente, no es una película para recomendarla a todo el mundo. Pero es indiscutible que tanto la directora Linne Ramsay, como la superdotada Tilda Swinton protagonizando y coproduciendo el film, se enfangan hasta las orejas, para abordar un tema tan difícil como la maternidad de un hijo psicópata.
Un cinematografía de autora, que descarta la narración clásica y elige una difícil perspectiva con constantes saltos en el tiempo, creando una gran expectación alrededor del suceso central del film, y construyendo, con secuencias-puzzle, el resquebrajamiento de la vida de esta madre, torturada por su propio hijo.
Ramsay defiende el punto de vista de la víctima más olvidada, la que parió al monstruo. En esa perspectiva, se vuelve insoportable el rechazo de una sociedad que desconoce el perdón o la piedad.
Probablemente esta peli te dejará un poco de mal cuerpo. Aunque desde luego, dejarás de quejarte por las tonterías que hacen tus hijos de vez en cuando y le darás gracias a quien sea por la suerte que tienes. A mí me fascinó. IN PERDIBLE (con reservas para los más sensibles a historias terribles)
J