Film donde se muestra que el octogenario Wajda sigue en plena forma. Se dice que no es su mejor obra y quizás no lo sea, pero sigue siendo una película importante, uno de esos films que debería ser visto por todo hijo de vecino. Nos muestra los tremendos efectos que tuvo la masacre de Katyn, llevada a cabo por los rusos, cosa que no reconocieron hasta los años noventa. Unos doce mil militares de graduación polacos acompañados de prisioneros civiles fueron eliminados por las tropas rusas en los bosques de Katyn. Este hecho tuvo tremendas consecuencias entre los polacos, pues una vez terminada la guerra y con el gobierno comunista polaco, gobierno-títere de Moscú, no se pudo ni reclamar ni aclarar lo que en verdad sucedió. El padre de Andrzej Wajda era uno de los desaparecidos.
Todo ello está narrado con gran fuerza, a veces hace recordar al cine de Bergman. Grandes actores, desconocidos para mí y lejos del divismo, cumplen de forma muy eficaz. He leído en algún lado que el film es en realidad una serie para tv que ha sido condensada para estrenarla comercialmente, quizás lo sea, algunos personajes quedan desdibujados.
Me ha gustado, merece la pena.
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