Divertido film británico con el que sales del cine con un agradable sabor de boca. En cierto modo sigue el espíritu de aquellas comedias de la Ealing de los años cincuenta. En la segunda mitad de los pasados años sesenta proliferaron en Gran Bretaña las emisoras pirata que emitían música rock y pop. La BBC apenas daba esa clase de música. El gobierno conservador acabó con todas ellas. El film cuenta la aventura de una de estas emisoras que emitía desde un barco. El film no es ninguna obra maestra pero tampoco lo pretende. Lo que sí es un film muy bien dirigido e interpretado, además parece que se lo han pasado bomba haciéndolo, pues consiguen atravesar la pantalla y contagiar esa alegría de vivir. Cosa muy de agradecer. Idos a verla, merece la pena.
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