Producción hebrea, premiada en varios festivales de cine y que tuvo bastante éxito en el último Festival de Cannes. Una familia judía se reúne para el funeral y correspondiente duelo de uno de los hijos. Este, dura siete días en los que la familia permanece unida en la casa del difunto. La tensión irá aumentando y explotará sacando a la luz todas las miserias y tensiones acumuladas a lo largo de la vida de la familia. Notable film que va directamente al meollo del asunto. Muy buenos actores, destacaría a la directora Ronit Elkabetz que borda el papel de la resentida Vivianne. A pesar de lo dramático de la situación, el humor aflora por todas las esquinas, la oración en medio de un ataque aéreo con las mascaras anti-gas puestas es bastante chocante. Merece la pena ir a verla.
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