Por Anton
Inusual comedia británica, dura setenta minutos, y es en blanco y negro, con una extraordinaria fotografía, eso si. y las comedias acostumbran a ser en colores. Aparte de un plantel de primeras figuras del cine y teatro del Reino Unido. Sally Potter no se anda por las ramas, va a lo que va. Es una comedia llena de mala baba, que pone en solfa a la clase política, británica en este caso, pero que se podría aplicar a cualquier país europeo.
Asistimos a una fiesta, por la celebración de que el personaje de Kristin Scott Thomas ha sido nombrada ministra de Salud por la oposición, son de izquierdas. Todo empieza de manera placida pero no tarda en que la fiesta tome otros derroteros, menos placenteros, claro...
Ni qué decir que Sally Potter dispara sus dardos contra esa izquierda, totalmente absorbida por el poder y la vida burguesa, hipócrita y llena de falsedad donde nadie es lo que parece. Esto lo hemos visto ya en incontables películas, por lo que The Party no destaca por su originalidad, aunque esto no evita que sea una película muy, muy divertida, con un guion lleno de recovecos, atención al giro final y unos interpretes, todos ellos, en estado de gracia. Para pasar un rato, corto, pero muy entretenido.
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