Crítica de la película SEGUNDO PREMIO, precioso ejercicio cinematográfico, no solo de estilo, sobre el episodio más convulso de Los Planetas. Una delicia demoledora y poética *****

Dir: Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez | Int: Daniel Ibánez, Cristalino, Stéphanie Magnin, Mafo, Eduardo Rejón | España, 2024 | 109 min. | 

*****

Por Juan

La película de Isaki Lacuesta sobre el grupo granadino Los Planetas es un precioso ejercicio cinematográfico, no solo de estilo, sino de narrativa y creatividad. Contada desde varios puntos de vista (cada integrante del grupo), y muy alejada de un relato lineal, Segundo Premio es una inmersión, misteriosa y sin vuelta, en el universo de Los Planetas.

Como decimos, el formato se aleja del esquema del biopic de grupos, no ensalzando la leyenda de Los Planetas, aunque sí utiliza el jugoso material narrativo de su biografía. La historia de la banda más icónica del indie pop español está repleta de peripecias dramáticas que ayudan a nutrir una buena historia... Y el film se centra en el episodio más convulso de su trayectoria, cuando la bajista, Mai Oliver, abandona el grupo, y tanto Jota como Florent, se pierden; cada uno a su manera, más o menos autodestructiva. La historia sobre el rescate y la continuidad del grupo, desde la oscuridad de las drogas en el caso del guitarrista, desde la sensación de abandono en el caso del cantante, y desde la necesidad de que funcione, en el caso del batería, es la que sobrevuela las dos horas de metraje del film.

Iñaki Lacuesta sitúa la acción en distintos escenarios de Granada y Nueva York, y en el local de ensayo, donde parieron la mayoría de los temas de su tercer álbum, el mejor y más sonado de su carrera: Una semana en el motor de un autobús (1988). Es muy de agradecer el sonido directo y el tratamiento de todos los aspectos creativos que tienen que ver con la música, por ejemplo cuando se descubren cómo surgieron algunos hallazgos creativos en la composición y arreglos de las canciones. Maravilla.

Ésta SÍ es una película sobre Los Planetas, pero contada desde un lugar enérgico y lacónico, musical y loco. Una delicia demoledora y poética. E INperdible por supuesto.