Por Anton
Estupendo cine negro iraní, producido por países europeos, pero con actores y técnicos persas. Basado en hechos reales, ocurridos en la ciudad santa de Mashhad durante los años 2000-2001. En que un asesino en serie asesinó a dieciséis mujeres, con la peregrina idea de limpiar la ciudad de prostitutas y drogadictas. Una atrevida periodista consiguió darle caza. Con este hecho Ali Abbasi ha hecho un film trepidante y rotundo. Zar Amir-Ebrahimi ganó el Premio a la mejor actriz en Cannes, encarnando a la valiente Rahimi. La película se ve con creciente interés, distanciandose del normalmente pausado cine iraní al que estamos acostumbrados, tiene una parte final asombrosa, que me hizo recordar a Zodiac de David Fincher. Diría que Ali Abbasi, que ya nos sorprendió con Border, nacido en Teheran pero con educación sueca, es un cineasta al que seguir la pista. INPERDIBLE.
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