Crítica de LOS PASAJEROS DE LA NOCHE, una película de otra época, con personajes de otra época, y una cierta nostalgia preciosa... ****

Dir: Mikhaël Hers | Int: Charlotte Gainsbourg, Quito Rayon Richter, Noée Abita, Megan Northam, Thibault Vinçon, Emmanuelle Béart, Laurent Poitrenaux, Didier Sandre, Ophélia Kolb Kasapoglu, Calixte Broisin-Doutaz | Francia 2020 | 111 min.
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Por Juan

El 10 de mayo de 1981 en París, los jóvenes salen a las calles a celebrar la caída de la derecha y la llegada del primer presidente socialista a la V República francesa. 

Élisabeth, una mujer aparentemente frágil, Charlotte Gainsbourg, madre de dos hijos adolescentes, no puede permitirse mucha celebración, su marido acaba de abandonarla y se ve obligada a reiniciar su vida desde cero. Después de un calvario de negativas, encuentra en el mundo de la radio el lugar de partida. Pronto se cruza en su camino una joven sin techo a la que decide ayudar.

Retrato de un época de cambio y de esperanza, cuando François Mitterrand es elegido presidente y la izquierda comienza a gobernar, iniciándose un periodo de enormes cambios, con luces y sombras. 14 años que no fueron fáciles, pero que transformaron Francia y Europa, dejando atrás la oscuridad.

En ese tiempo de cambios, en la era del vinilo, donde las tribus urbanas campan a sus anchas y la gente escucha programas de radio nocturnos, una generación entera de jóvenes desencantados, por fin sienten que otra vida es posible.

Para Élisabeth también es un etapa de duros cambios, y sin duda de autodescubrimiento, tal vez de una fortaleza que no sabía que poseía. Es una historia sobre mujeres Fénix que resurgen de sus cenizas, luchando por su independencia, cuando no era nada fácil.

Los pasajeros de la noche es una película deliciosa que va creciendo poco a poco. Te va llevando por una senda que abraza a veces la nostalgia, de una manera de amar, de un modelo de familia que también se libera, de unos jóvenes dispuestos a construir algo, a pesar de las dificultades.

Buenísima banda sonora de los 80's, con Lloyd Cole & The Commotions, The Pale Fountains, Television, The Duruti Column, John Cale, Joe Dassin... Y si con esto no fuera bastante, la banda itinerante del neoyorquino Anton Sanko es preciosa (y también de otra época). Como el final. 

Para almas sensibles, para los que hemos vivido los 80's, y para los que no, pero les habría gustado estar allí. INPERDIBLE.