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Por Juan
Si había alguien capaz de resucitar este clásico de la ciencia ficción, no se me ocurre mejor opción que Denis Villeneuve. Su estilo intenso y ambiental es perfecto para crear una obra shakespeariana y compleja como ésta. El protagonista Timothée Chalamet, y en general casi todos los actores, también van a favor de esa trascendencia de los personajes, que se preguntan sobre un destino al que se ven abocados.
Técnica y estéticamente es un prodigio. Y a pesar de que el ritmo es lento, también es bastante hipnótico; y el guión sabe generar expectativas. Se ve bien a pesar de su larguísimo metraje.
La paradoja de estirar la historia en dos partes permite a Villeneuve recrearse en el retrato de los personajes y del mundo tan especial en el que viven, que por fin está bien contado y explicado.
No como en el Dune (1984) de David Lynch, que es desordenada y desestructurada y no se entiende nada. En esta versión de Villeneuve, hay un guión muy trabajado que explica muy bien, y por fin, las intrigas políticas de las casas en pugna, las particularidades de la preciada "especia", los poderes de las brujas bene geserit, las costumbres Fremen, etc. Es un verdadero viaje turístico al rico universo que construyó el autor de la saga de novelas más vendida y más aplaudida de la ciencia ficción: Frank Herbert. Si eres fan del género, no te la pierdas. Lo único que toca los pies es que sea una primera parte. INPERDIBLE
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