Por Anton
Hace ya años que Bong Joon Ho deleitó en San Sebastián con Memorias de un Asesino en Serie, luego vinieron la Palma de Oro y el Oscar por Parásitos. En medio siguió haciendo cine con grandes títulos como Madre, para mi su obra más redonda, o Snowpiercer, creo que ninguna de ellas estrenada en España.
En 2017 dirigió Okja, producida por la todopoderosa Netflix, que acabo de ver en televisión. Esta vez es un cuento, escrito por él, que en sus manos se convierte en una parábola sobre el totalitarismo, la ecología y deja entrever el negro futuro que nos espera, como especie, si es que no espabilamos. Como casi siempre en su cine, también Okja, está lleno de situaciones y personajes que rozan el sinsentido, pero que en sus manos todo termina funcionando, y funcionando muy bien. Todo en él, adquiere un sentido y termina siendo un retrato perfectamente coherente de lo que quiere trasmitir.
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