Por Anton
Marco Bellocchio es ya un anciano, pero con energía, o al menos su última película está llena de fuerza. Sorprendió en el último Cannes y ahora se asoma a nuestras pantallas. Tommaso Buscetta fue un mafioso siciliano, hombre de honor dice él, que por diversas razones decide cooperar con la justicia italiana. Las consecuencias fueron terribles.
Bellocchio hace una minuciosa crónica de lo que aconteció. Es una película seca, sin paños calientes, dejando claro que Buscetta no fue ningún héroe, más bien un asesino. El guion sigue fielmente lo ocurrido en aquellos días, matanzas, atentados etc.
Buscetta está encarnado por el para mi desconocido, Pierfrancesco Favino, que da un recital de su poderío como actor, ganó el galardón del Festival de Sevilla al mejor Actor. El Traidor muestra que Bellocchio, siendo octogenario, está en plena forma.
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