Por Anton
Barry Jenkins es el gran director que parió aquella maravilla titulada Moonlight, hace un par de años, la que se llevó el Oscar a la mejor película, en vez de la ya proclamada La La Land. Ahora nos llega su siguiente película, basada en una novela del combativo James Baldwin, aunque con un guion del propio Jenkins y titulada Blues de Beale Street. También una excelente película, también muy combativa y que nos muestra el racismo latente, a todos los niveles, en el país más poderoso del planeta.
Es un drama, que huye de la lágrima fácil, y que mantiene el interés de principio a fin. Con las desventuras de la pareja de enamorados, que solo quieren formar una familia. Pero se encuentra con todo tipo de escollos.
Unos actores en estado de gracia, desconocidos salvo quizás Regina King, candidata al Oscar por este papel, consiguen que la cosa no decaiga en ningún momento. La maravillosa y jovencísima Kiki Layne resulta todo un descubrimiento. Así como las excelentes escenas que pueblan el film, como muestra las de las familias reunidas, para dilucidar el futuro de la pareja de enamorados. En fin un pedazo de película. INPERDIBLE.
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