Por Anton
Primer trabajo para la gran pantalla de Dominic Cooke, un hombre dedicado al teatro básicamente, también ha hecho televisión, y que esta vez se ha atrevido con una de las mejores obras de Ian McEwan, que también es el autor del guion.
Es una película agradable de ver, con buenas actuaciones, y una correcta realización. Quizás porque la novela me pareció excelente, he salido con la impresión de que el film no llega a su nivel. La narración está sostenida por un cansino y constante movimiento de flash-backs, que me ha terminado aburriendo, y destrozando excelentes escenas como la del dormitorio. Y toda la parte final, con un añadido, para mi sonrojante, restan bastante a la fuerza, que la novela indudablemente posee. Si no habéis leído la novela, la disfrutaréis.
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