Por Anton
Molly's Game es una de esas historias que te mantiene pagado al asiento durante todo el metraje. Técnicamente perfecta y unos actores excelentes. Es la historia de una medallísta olímpica, que a raiz de un accidente se ve obligada a dejar la competición. A raíz de un trabajo se ve inmersa en el mundo de las timbas de poker, y de ahí, llevada por la ambición, se dedica a montar timbas privadas, para gente de mucho dinero.
Aaron Sorkin es un conocido guionista de Hollywood, La Red Social, Moneyball son guiones suyos, que con Molly's Game se inicia en la dirección cinematográfica. La película es hipnótica y mantiene el interés, aunque hay alguna cosa que me ha chirriado, como la razón por la que Jaffey, un abogado ya encumbrado, se hace cargo del caso de Molly, una organizadora de timbas multimillonarias, más bien antipática. O la última escena en Central Park con su padre, Kevin Costner, que parece sacado de un manual de auto-ayuda. Bueno, por lo demás es un film entretenidísimo, con grandes actores, atención a un magnífico Idris Elba, que esta vez, es el que se lleva el gato al agua.
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