Por Anton
Hace ya unos años Paco Plaza y Jaume Balagueró codirigieron REC, una obra maestra, por lo menos para mi. Ahora Plaza, que ya había dirigido en solitario Romasanta, presenta Verónica, otra eficaz película de terror, basada en la conclusión policial de un caso no resuelto, que ocurrió en Madrid en 1991.
Verónica es una adolescente de quince años, obsesionada con el ocultismo. Tras hacerse con un tablero de ouija, se junta con dos amigas para una sesión. Tras ella nada volverá a ser lo mismo.
Es una película muy bien construida con lo cotidiano, sin grandes efectos produce inquietud y sin provocar, además, ningún sobresalto gratuito. Plaza se sirve de un buen guion, del que es coautor , con Fernando Navarro, y además ha tenido un gran apoyo en la primeriza Sandra Escacena, que dará que hablar, pues consigue una interpretación excelente, como la inquietante Verónica. Además está Ana Torrent, ¿Por qué no se prodiga más, esta mujer?, que borda el papel de la atribulada madre.
Aun así tengo que añadir que Verónica se queda un peldaño más bajo que el estupendo REC.
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