Por Juan
Después de su aclamada ópera prima Krisha (2015), el joven realizador Trey Edward Shults vuelve a sorprender gratamente con It Comes At Night (Llega de noche), su segunda película. A este hombre se le da mejor que bien crear atmósferas opresivas con pocos elementos. En este caso, en un mundo apocalíptico, un matrimonio multirracial y su hijo adolescente acogen en su casa a una familia a la que no conocen, para sumar fuerzas y recursos y así poder protegerse de la amenaza de un extraño virus y sus afectados. Edward Shults rueda secuencias de una tensión casi insoportable poniendo a sus personajes en situaciones extremas. Pero esas situaciones son algo tan (aparentemente) cotidiano como una comida en la mesa de la cocina. El terror exterior es potencial. Pero las sospechas de los personajes son reales, lo que les lleva a tramar estrategias de supervivencia inimaginables en otro contexto, a cultivar sus miedos en todo momento, y mientras duermen.
Shults logra que empatices con todos los habitantes de la casa, lo cual genera en el espectador un serio conflicto. Porque no hay buenos ni malos.
Aunque el tono está en el terror, el director esquiva los tópicos del género. En el fondo contiene una reflexión interesante sobre los límites de la defensa propia cuando está en juego la vida de tus seres queridos.
Los actores están contenidos y destaca Kelvin Harrison Jr, un joven sensible y misterioso, que es testigo de una situación que nos superaría a cualquiera. Joel Edgerton también firma el papel del padre ambivalente; al igual que Christopher Abbott es el otro pater familias que también está dispuesto a todo para defender a los suyos. Las madres, interpretadas por Carmen Ejogo y Riley Keough, aparentemente ejercen un rol secundario de protectoras, pero especialmente Ejogo es una estratega que propone las decisiones más difíciles.
El final te deja seco en el asiento... Podría ser una de las diez películas del año, totalmente INPERDIBLE.
Después de su aclamada ópera prima Krisha (2015), el joven realizador Trey Edward Shults vuelve a sorprender gratamente con It Comes At Night (Llega de noche), su segunda película. A este hombre se le da mejor que bien crear atmósferas opresivas con pocos elementos. En este caso, en un mundo apocalíptico, un matrimonio multirracial y su hijo adolescente acogen en su casa a una familia a la que no conocen, para sumar fuerzas y recursos y así poder protegerse de la amenaza de un extraño virus y sus afectados. Edward Shults rueda secuencias de una tensión casi insoportable poniendo a sus personajes en situaciones extremas. Pero esas situaciones son algo tan (aparentemente) cotidiano como una comida en la mesa de la cocina. El terror exterior es potencial. Pero las sospechas de los personajes son reales, lo que les lleva a tramar estrategias de supervivencia inimaginables en otro contexto, a cultivar sus miedos en todo momento, y mientras duermen.
Shults logra que empatices con todos los habitantes de la casa, lo cual genera en el espectador un serio conflicto. Porque no hay buenos ni malos.
Aunque el tono está en el terror, el director esquiva los tópicos del género. En el fondo contiene una reflexión interesante sobre los límites de la defensa propia cuando está en juego la vida de tus seres queridos.
Los actores están contenidos y destaca Kelvin Harrison Jr, un joven sensible y misterioso, que es testigo de una situación que nos superaría a cualquiera. Joel Edgerton también firma el papel del padre ambivalente; al igual que Christopher Abbott es el otro pater familias que también está dispuesto a todo para defender a los suyos. Las madres, interpretadas por Carmen Ejogo y Riley Keough, aparentemente ejercen un rol secundario de protectoras, pero especialmente Ejogo es una estratega que propone las decisiones más difíciles.
El final te deja seco en el asiento... Podría ser una de las diez películas del año, totalmente INPERDIBLE.
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