Por Anton
Rosalie Blum se llevó el Premio del Público en el pasado Festival de Gijón y no me extraña pues es una película muy agradable, pero además muy inteligente. Julien Rappeneau es conocido como guionista, esta es su primera película como director, aunque siendo hijo de Jean-Paul Rappeneau, autor de Cyrano de Bergerac, siempre ha estado en contacto con el cine. Rosalie Blum es un conocido comic francés, en el cual se ha basado Rappeneau para escribir el estupendo guion de la película.
Vincent Machot es un aburrido e insulso peluquero, que vive en una ciudad de provincia con su dominante madre. Un día que sale a comprar, buscando un capricho para la susodicha madre, y cree reconocer a la tendera, y comienza a seguirla. A partir de ese simple hecho, su vida cambiará por completo...
Es una película en la que Rappeneau va dando pistas de forma pausada, hay muchos momentos en que aquello parece que no tiene ni pies ni cabeza, pero al final todo queda muy claro. Y salí con la sensación de que el film merecía la pena, cosa muy de agradecer.
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