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Por Juan
Una pena que esta producción británica no remate lo que prometía ser el nuevo blockbuster del cine de zombis. La defienden grandes actores, como Paddy Cosidine, Gemma Arterton y Glen Close (en sus horas más bajas); y, sobre todo, la niña Sennia Nanua, que se llevó el Premio a la Mejor Actriz en el último Festival de Sitges. También es un film que cuenta con dinero, buenos efectos especiales, sin abusar, y buena ambientación. La recreación de un Londres convertido en jungla, es poderosa. Y además, esta ópera prima de Colm McCarthy, realizador de series TV, también tiene una historia. Con un planteamiento original, está basada en la novela de Mike Carey, que es quien firma el guión. Tal vez pueda ser esta la razón del descalabro de Melanie. Que el novelista firme el guión no siempre es una buena idea... porque suele estar demasiado "pegado" a su texto original. Y en esta aventura distópica, donde unos niños infectados por el virus zombi pueden ser la clave de una vacuna salvadora, tiene grandes aspiraciones como relato, tal vez demasiado grandes para un final que resulta inverosímil. Tiene un ritmo impecable, pero con la aparición de la tribu de niños zombi, que parecen los niños perdidos de Peter Pan, la peli empieza a desmoronarse, sobre todo en una escena que pretende dar miedo, y lo que da es un poco de pena. A no ser que seáis mega-fans del género, os la podéis saltar con mucha tranquilidad. Tal vez habría funcionado mejor como serie que como largometraje.
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