Crítica de la película CRUCE DE CAMINOS

Dir: Derek Cianfrance
Int: Ryan Gosling, Bradley Cooper, Eva Mendes, Dane DeHaan, Emory Cohen, Ray Liotta
EEUU 2013 / 140 min.

Si hay un lugar más allá de los pinos, Derek Cianfrance lo ha encontrado y lo ha capturado en su película, con toda la oscuridad, el misterio y el dolor.
Más allá de una historia donde el azar obra un destino fatal, y donde el rumbo de dos vidas se entrecruzan una y otra vez, hay un realizador con una sensibilidad extraordinaria para imprimir en cada escena una magia indescriptible, sin artificios. No importa que sea una escena intimista o una persecución en moto, un eterno silencio o el ruido atronador... Cianfrance hace gala de un cine contenido e impecable. Sus antihéroes del american way of life recuerdan el cine de John Huston. Y su mirada de autor es paciente y penetrante, como la de Kurosawa.
Pero si hablamos de miradas, la de Ryan Gosling, que lleva el peso de la mejor parte del film, interpretando al motorista Luke el Guapo. Esa mirada, que es una mezcla de pasión y renuncia, consigue que el espectador caiga rendido a sus pies.
Bradley Cooper toma el relevo de Gosling en la segunda mitad, y consigue llevarte también por terrenos sombríos, en su personaje más ambicioso y ambiguo hasta la fecha. En la tercera parte, los hijos de ambos parecen condenados a repetir la historia de sus padres. Y para hilvanar los tres actos,
hay una "chica de ayer" interpretada por Eva Mendes, una víctima colateral en medio de la noche,  y en mitad del asfalto.
Una de las mejores películas que he visto en 2013. INperdible.
J