La historia de amor adolescente entre el poeta John Keats y la "avanzada para su tiempo"
No se puede poner en duda la maestría de la australiana para retratar con detalle pulcro y bello las escenas de esos días de verano en la campiña inglesa, en Hampstead Heath. Sin embargo, ni la lírica de los poemas de Keats, ni su enfermedad o su pobreza, ni las románticas cartas de su amada, consiguen trasladarse a la pantalla con la fuerza que contienen.
Campion confía demasiado en que la belleza de sus imágenes y la contención de su relato sean suficientes para que el espectador vibre con el idilio de la joven y el poeta. Pero todo te pasa por encima, como una suave brisa o el zumbido de una abeja sobre los narcisos y las violetas.
Puede que Keats y Brawne fueran tan románticos y pueriles como los muestra Bright Star, en esa sociedad victoriana tan polite e hipócrita. Pero en la pantalla, resultan afectados, aburridos y ñoños hasta la exasperación.
Lo peor es que, con un material poético de primera, Campion ha montado una película sin alma. Atención a la nueva Nicole Kidman: la actriz Abbey Cornish tiene un parecido increíble con su compatriota. Los fans de El piano saldréis decepcionados.
J.
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