Crítica de LA CHICA DEL BRAZALETE, extraordinario guión y puesta en escena de una historia sobre los juicios, y los prejuicios... ****

Dir: Stéphane Demoustier | Int: Melissa Guers, Roschdy Zem, Anaïs Demoustier, Annie Mercier, Pascal Garbarini, Chiara Mastroianni | Francia, 2019 | 95 min. ****

Por Juan

El realizador Stéphane Demoustier juega con esta historia de crimen y juicio, donde una joven (Melissa Guers) es acusada de asesinar a su amiga. Todo en el guión está pensado para ponernos en el lugar del jurado popular, donde es imposible evitar la tentación de juzgar a la joven, no tanto por las evidencias policiales o judiciales del caso, como por otros aspectos que nada tienen que ver con él, como su carácter, sus hábitos y orientación sexual, el comportamiento de sus padres, su raza, etc. Y en este sentido, la película funciona a la perfección. Durante 95 minutos te debates entre hipótesis de inocencia y culpabilidad, y te das cuenta de que en un veredicto final, las creencias pueden ser determinantes. Demoustier juega con esos prejuicios, en uno y otro sentido, y lo hace hasta el final, sin concesiones. Poco importa cómo sea declarada la joven al final del film. Lo importante es todo el juego de preguntas que te lleva a hacerte la película.

Un logro de guión, de puesta en escena, de actrices y actores, que a pesar de su juventud, transmiten esa opacidad tan milenial. Además, el director ocultó premeditadamente a Melissa Guers, la actriz protagonista, la verdad sobre el asesinato, para que no mostrasen ni la más mínima pista de su culpabilidad o inocencia. Un film muy al estilo del cine de Ozon, que mantiene la intriga e invita a la reflexión, a partes iguales, sobre asuntos psicosociales de mucho calado como lo fácil y lo bien que se nos da juzgar y prejuzgar a los demás. En branding y comunicación se conoce como "efecto halo". INPERDIBLE