<span class="dropcap">H</span>a sido un placer estar en la rueda de prensa que ha dado Viggo Mortensen presentando su ópera prima Falling. Nos ha encantado la cercanía de este actorazo, que llegó, como él mismo confesaba, contento y un poco nervioso, con doble motivo (ayer el Zinemaldi le entregó el Premio Donostia).
Con Falling arranca su andadura como director, con humildad y con mucha hambre de seguir aprendiendo en cada proyecto. Una película que habla sobre las complejas relaciones familiares, en concreto entre un padre amargado, machista y homófobo, y su hijo gay de mediana edad. El veterano actor Lance Henriksen (famoso por la saga Alien) interpreta a un verdadero cabronazo, pero con matices, y lo hace con una fuerza incontestable. Mientras que el sueco-islandés Sverrir Gudnason encarna al personaje en su juventud, cuando empieza a asomar esa mala hostia incontenible y destructiva. Frente a la amargura del padre, el propio Viggo Mortensen da vida a un hombre de mediana edad, gay, piloto de avión, muy contenido y paciente. Me ha gustado cómo Viggo ha construido su personaje, demostrando una vez más su gran versatilidad interpretativa: es masculino, pero tiene una pluma sutil; comprensivo, pero con un pasado oscuro con el acohol...
Para mí la película habla de perdonar, pero nunca olvidar. De hecho, los hijos recuerdan una y otra vez al padre, empeñado en borrar el nombre y la memoria de su primera esposa, que su segunda mujer no es su madre. Como ocurre en la vida real, cada persona construye sus recuerdos a partir de un relato inconsciente que conviene, pero que no tiene porqué encajar con la realidad. La madre, interpretada por la actriz canadiense, Hanahh Gross, es en realidad la heroína en off de esta historia.
La propia vida y recuerdos familiares de Mortensen le inspiraron a escribirla; y la muerte de su madre provocó la necesidad de sacarla adelante como fuera.
Aunque los abundantes flashbacks rompen un poco el ritmo del film y no me han entusiasmado, en general la película tiene buena factura, una puesta en escena que funciona, con unos actores-niños muy creíbles, música compuesta y ejecutada por el propio Mortensen, y, en definitiva, un proyecto muy personal que pone al espectador en una situación que muchos reconocemos, en la que cada uno respondería de diferente manera. ¿Es posible aguantar tanto insulto y provocación del padre? Viggo explicó en la rueda de prensa que él cree, no solo para esta historia sino en la vida en general, que una respuesta incendiaria solo conduce a la ruptura y al fin del diálogo, como ocurre en la sociedad y entre los políticos. A algunos/as se les hará difícil de tragar, aunque en esa contención entrenada del hijo, tan poco habitual, reside parte del encanto de Falling.
Mucha suerte a esta película y a su director. Seguro que gusta a mucho a la audiencia.
Comentarios
Publicar un comentario
Déjanos aquí tu opinión, tu sugerencia, tu discrepancia... o simplemente, un saludo... No te cortes.