
Por Juan
<span class="dropcap">F</span>rançois Ozon nos lleva a otra época, al verano de 1985, en una costa no identificada de Francia. Allí Alexis (Félix Lefebvre), de 16 años, conoce a David (Benjamin Voisin), de 18, que le salva de morir ahogado. David es un seductor, y Alexis se deja seducir por él, convirtiéndose en el amigo de sus sueños.
Ozon relata este cuento, entre existencialista y naif, desdramatizando totalmente el hecho homosexual, a pesar de ser una pareja de chicos en los años 80; y nos introduce en un thriller, o más bien en un juego pseduo-policíaco, con un manejo sutil y maestro del suspense, que recuerda sin duda a su gran Dans la maison (Concha de Oro 2012).
En la rueda de prensa, Ozon contaba cómo esta novela de Aidan Chambers, 'Bailar sobre mi tumba', le fascinó cuando él era también un joven adolescente despertando a la vida y al amor. Y ahora, desde su madurez, como persona y como cineasta, puede reencuadrar este cuento, desnudarlo de toda afectación, y vestirlo con la música y los recuerdos de su propia juventud. El tema de la película, el conocido hit de The Cure, 'In Between Days', fue una de las apuestas formales del realizador, que cambió el título de la película (iba a ser Été 84), para que Robert Smith, cantante del grupo y compositor del tema, le permitiera usarla (el tema se publicó en el 85).
Así pues, las formas cuentan mucho en este film, que respira esa época 80's, nueva, luminosa, ingenua, como los personajes, como la música, el vestuario, y también la fotografía. François Ozon decidió rodarla en celuloide Super 16 mm, y no en digital, buscando ese grano fotográfico que nos ayuda a retroceder 35 años.
Gracias a la voz en off del narrador (el joven Alex), el film de Ozon crea ese misterio desde el primer minuto, como si fuese un relato teenager de Los cinco o una novela de Agatha Christie. Y una vez resuelto, en el tercer acto, la historia se descarga de suspense. A partir de ese momento, el interés baja y se sustenta en ese romanticismo y gusto por lo funerario y por la muerte (ver cadáveres, bailar sobre tumbas, también muy del gusto de la época de la moda siniestra).
Un película deliciosa con un trabajo actoral sobresaliente, que cautivó al público del Festival, y también a un servidor, trasladándome a una época vivida, a un verano del 85. INPERDIBLE.
(Opta al Premio Sebastiane)
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