Anton
Whitey Bulger fue un gangster de poca monta hasta que el propio FBI, por medio de un agente que era amigo suyo desde la niñez, lo encumbró y terminó siendo el amo del hampa de Boston. La apasionante historia de Bulger nos la cuenta Scott Cooper, en un film en que no se han escatimado medios. El resultado es un film atractivo pero quizás demasiado lineal, sin la genialidad del cine de Coppola o la fuerza de El Clan de los Irlandeses, por nombrar una película que a mi me marcó. También hay que comentar que Black Mass no es ninguna minucia, es una solvente película que cuenta con un Johnny Depp excelente, con un trabajo de maquillaje también excelente, que más que a un ser humano, le asemeja a un reptil. Es un film, que a pesar de que no es una genialidad, tiene fuerza y violencia para resultar atractivo y probablemente tenga mucho éxito.
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