
Autor: Édouard Louis | Edit. Salamandra | 192 pags. 16 Euros
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Édouard Louis nació y creció en el norte de Francia, en la región de Somme, en un pequeño pueblo, con prácticamente todo el mundo en el paro, y un ambiente violento y represivo, donde su forma de ser, muy amanerado y además homosexual, era objeto de todo tipo de humillaciones. Édouard Louis se llama así desde el 2013, antes era Eddy Bellegueule, decidió romper con su anterior vida y se cambió hasta el nombre, y no me extraña. El libro narra con un lenguaje, contenido pero muy directo, lo que fue su vida desde la niñez hasta que consiguió huir del pueblo y de su familia, con el pretexto de estudiar. Es una novela corta y concisa, no se pierde en florituras, que ha arrasado en Francia y ha dejado boquiabierta a toda la crítica. Y no solo a la crítica, pues ha sido el libro más vendido durante varias semanas. No está nada mal teniendo en cuenta que es su primer libro. El mundo que describe Édouard Louis es casi dickensiano, con miseria, intolerancia, crueldad y sin ninguna empatía por nadie, que el autor describe pero con distancia, sin ningún ánimo de venganza pero a la vez, sin ninguna compasión. Sin duda merece la pena.
Édouard Louis nació y creció en el norte de Francia, en la región de Somme, en un pequeño pueblo, con prácticamente todo el mundo en el paro, y un ambiente violento y represivo, donde su forma de ser, muy amanerado y además homosexual, era objeto de todo tipo de humillaciones. Édouard Louis se llama así desde el 2013, antes era Eddy Bellegueule, decidió romper con su anterior vida y se cambió hasta el nombre, y no me extraña. El libro narra con un lenguaje, contenido pero muy directo, lo que fue su vida desde la niñez hasta que consiguió huir del pueblo y de su familia, con el pretexto de estudiar. Es una novela corta y concisa, no se pierde en florituras, que ha arrasado en Francia y ha dejado boquiabierta a toda la crítica. Y no solo a la crítica, pues ha sido el libro más vendido durante varias semanas. No está nada mal teniendo en cuenta que es su primer libro. El mundo que describe Édouard Louis es casi dickensiano, con miseria, intolerancia, crueldad y sin ninguna empatía por nadie, que el autor describe pero con distancia, sin ningún ánimo de venganza pero a la vez, sin ninguna compasión. Sin duda merece la pena.
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