Int: Matthew McConaughey, Jennifer Garner, Jared Leto
EEUU 2013 / 120 min.
En 1985, cuando Ron Woodroof descubrió que tenía SIDA, la enfermedad estaba muy avanzada y le diagnosticaron 30 días de vida. Gracias a su lucha contra las normas del sistema, consiguió sobrevivir a la enfermedad 7 años más.
En 1992, el guionista Craig Borten viajó a Los Ángeles para entrevistarse con él y conocer su historia. Un mes después, Woodroof murió a causa del SIDA. Pero Borten ya había recogido 20 horas de entrevistas, que servirían para la escritura de su guión.
Por causas diversas, han tenido que pasar 21 años para que, finalmente, el guión se convierta en la película que nos ocupa, presentada en la Sección Perlas del Zinemaldi y que ayer mismo recibió el Premio Sebastiane 2013.
Nunca es tarde para contar esta desconocida (pero valiosa) historia. En 1985, los primeros clubs de afectados por el VIH empezaron a buscarse la vida para poder sobrevivir a una enfermedad, para la que el gobierno americano no tenía nada, aparte de segregación y normativas que protegían su industria farmacéutica y que ilegalizaban el uso de medicamentos alternativos que estaban funcionando en otros países.
Ésta es pues, la historia Ron Woodroof, un cowboy pendenciero y homófobo, que se trasnforma, después de ser discriminado por sus compañeros de trabajo y por la sociedad, en un defensor de los derechos de los afectados por el VIH.
Ron Woodroof fue el creador del primer club de compradores de medicamentos antiretrovirales de Estados Unidos. Con la ayuda de Rayon, un transexual también enfermo de SIDA, y con un fuerte espíritu de lucha, crearon una asociación donde personas seropositivas pagaban una cuota mensual para adquirir las últimas novedades en tratamientos contra el virus, que los propios Ron y Rayon conseguían, incluso contraviniendo las normas de la FDA (federación que regulaba la administración de medicamentos en su país). Pronto surgieron réplicas de su club en otros muchos estados.
El actor Matthew McConaughey, probablemente en la interpretación más impresionante de su carrera, se transforma en el tejano outsider Ron Woodroof, consumido físicamente por el SIDA. Su partenaire, el actor Jared Leto, también se come la pantalla en el papel del transexual Rayon, socio de Ron.
Lástima que haya algunos aspectos de la historia que, en el film, quedan un poco difuminados. Aún así, película INPERDIBLE.
J
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