por Juan
El temor a enfrentar situaciones y estar pasándose el problema de mano en mano como una patata caliente, nunca puede llevar a un buen lugar, parece querer decirnos el sueco Jonatan Etzler con su film. Cuando se trata de estudiantes adolescentes ingobernables e iracundos, el problema tiene 2 patas. Es un ser humano.
El "moderno" modelo educativo, que busca la integración a toda costa, incluso a costa del bienestar y del proceso de enseñanza del resto de la clase, no va a ser capaz de hacer gran cosa con esta patata humana, que acabará en manos de una profesora primeriza y bastante blandita. Un papel que encara con nota Saoirse Ronan.
Esta profesora con poca experiencia y poca firmeza, pretende solucionarlo todo con amor y empatía. Y como no le funcionará y no sabrá qué hacer con el problema, acabará llevándose el problema a casa, pero literal.
Lo interesante de esta comedia negra es cómo lleva al extremo una situación completamente inmoral, violenta y enloquecida (consiguiendo en muchos momentos el apauso del público, que dirimió perfectamente qué le parecía bien y mal, lo de la laxa moral es de estudio).
El final, que parece una salida desesperada de guión, deja en manos del espectador el cierre de la historia.
Exasperante y divertida, pone el dedo en la llaga del modelo educativo, de los niños violentos y de los padres hipócritas, y de toda una sociedad igual de hipócrita, y luego aprieta sin piedad.
Quedó entre las favoritas del exigente Jurado Joven (la 3ª en las puntuaciones).
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