Por Anton
Elvira Zipitria Irastorza fue una mujer que en pleno franquismo y de forma ilegal, comenzó a dar clases en euskera, en el piso en que vivía, en San Sebastián. Maider Oleaga es una joven cineasta que se interesó por saber quien era Elvira Zipitria, y comenzó a investigar. Sorprendentemente no había casi rastro de quien era.
La película es una investigación nada lineal, con mucha creatividad y diría que poesía, sobre esta enigmática mujer. Una joven, la misma Maider Oleaga, vive en un piso, el mismo piso en que Zipitria daba sus clases, y su cámara va dando voz y presencia a distintas personas, que por diferentes razones, tuvieron relación con Elvira. El resultado es bastante turbador.
Es una película que poco a poco te va entrando, por lo menos a mi me terminó ganando, pues en un comienzo me resultó árida. Pero lentamente el personaje de Elvira Zipitria va ganando, eso que el personaje, no cae precisamente simpático, y termina por intrigarte. Salí con ganas de saber más. Sinceramente creo que a Maider Oleaga hay que seguirle la pista.
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