Crítica de la película HER

Dir: Spike Jonze
Int: Joaquin Phoenix, Amy Adams, Rooney Mara, Olivia Wilde
EEUU 2013 / 126 min.
*****
Desde la elegancia que le caracteriza, Spike Jonze reflexiona sobre las relaciones humanas en un hipotético futuro que, visto lo visto, parece muy cercano. En una sociedad donde la tecnología ha aislado al hombre, es esa misma tecnología la que crea una voz amiga, mucho más empática y consciente que la de un amor humano.
El film de Jonze resulta verosímil porque se asienta en conceptos tecnológicos contemporáneos: chats, ciberamor, sexo virtual, whatsapp, Inteligencia Artificial... Su historia es visionaria. ¿Qué necesitaría una persona para sentirse plenamente amada? Y la respuesta de Jonze es "Ella", un nuevo Sistema Operativo que es la máquina perfecta de amar, capaz de comprender, aceptar y acompañar, de provocar ilusión, deseo y hasta celos.
El gran logro del director es conseguir que esta relación tecnoromántica que se establece entre Theodore (maravilloso mil veces Joaquin Phoenix) y "esa voz" llamada Samantha, sea del todo creíble. Sólo con la palabra, sólo con la voz, "Ella" es capaz de reflejar toda la soledad del protagonista y lanzarla al patio de butacas donde cada cual toma su porción.
La fotografía, revestida por una patina anaranjada, y el entorno arquitectónico suprahumano, construyen un espacio a medio camino entre nuestro tiempo y un tiempo casi onírico, de paisajes inusitados. En ellos Theodore pasea su soledad, al igual que otros miles, en busca del amor perdido. Al igual que hace su amiga y vecina (otra vez un 10 para Amy Adams); y al igual que la propia Samantha, que explora otro universo inmaterial bien distinto.
Es imposible pasar por alto los elaborados interfaces (atención al "niño cabrón" del videojuego) y la colección de canciones (que Samantha elige o crea para Theodore), una track list plagada de joyas musicales: Arcade Fire, Aphex Twin, Yeah Yeah Yeahs, etc.
Un consejo final. Si aún no sabes quién pone voz y alma a "Ella", mejor para ti.  Como espectador, me alegré de no saberlo y de poder experimentar "esa voz sin cuerpo" tan fascinante y extraña. Absolutamente INPERDIBLE.
J